Tras haber participado de una charla de concientización sobre el significado de la discapacidad, sus tipos y la discriminación que sufren a diario estas personas -producto del desconocimiento-; y, por otra parte, haber desarrollado un taller vivencial sobre discapacidad motriz y visual (todo esto durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2011), estudiantes de 4º grado en sus distintas divisiones concretaron uno de nuestros proyectos educativos.
Conocida como “Ciudad sin barreras”, la propuesta de CILSA consistió en una recorrida por la zona donde se encontraba emplazada la escuela a los fines de dar cuenta cuáles eran las barreras que impedían el normal desenvolvimiento de personas con discapacidad motriz, visual o auditiva e intentar hacer algo, al respecto.
En este contexto, los jóvenes estudiaron una heladería, un bar, un kiosco, veredas, semáforos y esquinas y se encontraron con un panorama poco alentador: muchas sendas se encontraban rotas, no había semáforos sonoros y en las intersecciones no se visualizaban rampas de acceso. Aún más, los comercios no estaban adaptados para que personas ciegas o sordas puedan hacer uso de sus servicios.
Dichas inquietudes, cabe destacar, fueron presentadas en el marco de la propuesta “Alumnos al Concejo” por los propios estudiantes a la concejala Daniela León, con el fin de que se incluyan para su tratamiento.