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Programa Nacional

Elementos ortopédicos

Buenos Aires

11 de agosto de 2011

Renovando esperanzas

Nicolás Villada Ávila tiene 15 años y padece de artrogriposis congénita, un síndrome caracterizado por la presencia de contracturas y rigidez de varias articulaciones. Vive en Capital Federal junto a su familia: sus padres y una hermana.  Su mamá es el principal sostén de la casa, la que cada día sale como vendedora ambulante a ganarse el pan y que recibe para sus hijos las asignaciones que el estado tiene previstas para las familias en situación de vulnerabilidad social.

Nicolás, actualmente, asiste a la escuela de lunes a viernes y está cursando el primer año del secundario. En sus tardes, como todo chico, realiza la tarea para el otro día; los miércoles tiene actividad física del colegio y los sábados asiste  a la escuelita de básquet en el polideportivo de Lugano, donde aprende a jugar básquet en silla de ruedas, por lo que el mayor tiempo del día permanece fuera del hogar desarrollando todas estas actividades.

Este joven  llegó a CILSA hace muchos años atrás por una silla de ruedas que, actualmente, ha sido reemplazada por una en mejor estado. Nicolás ha avanzado mucho pese a su enfermedad —por la cual se realiza controles médicos cada dos meses— y ya se maneja en forma independiente  dentro de su casa y en el barrio, pero necesita ayuda para los traslados y algunas actividades cotidianas.

El día de la entrega de su silla le propusimos que sea él uno de los beneficiarios que le entregue un presente  a nuestros visitantes de la Iglesia —una tela donde los beneficiaros habían dejado sus mensajes para ellos—, propuesta que Nicolás aceptó gustoso, finalizando así una jornada de mucha alegría y emoción en la cual recibió un elemento que lo ayudará a manejarse mucho mejor en su día a día.

 

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