La entrega mensual de elementos ortopédicos no estuvo ajena a la fecha patria. El 22 de junio fue el día elegido para realizarla y en un lugar estratégico: el Palacio Vasallo, sede del Concejo Municipal. Esta vieja casona, donada por un reconocido cirujano en 1943, alberga el Recinto de Deliberaciones del Concejo Municipal de Rosario desde el 18 de mayo de 1951, y se encuentra ubicada frente al Monumento a la Bandera, el cual cumplió en este 2011 sus 199 años de vida.

En este emblemático lugar, CILSA y los beneficiarios fueron recibidos por el Sr. Miguel Zamarini, presidente del citado órgano, quien brindó a todos los presentes unas cálidas palabras, destacando la importante labor solidaria que la O.N.G. viene realizando desde hace 45 años en todo el país, no sólo con este tipo de entregas, sino con cada uno de sus programas sociales pensados en pos de la inclusión de las personas con discapacidad.

En la fría mañana de ese miércoles también nos acompañaron integrantes del Ballet Folklórico de la Asociación Padres Por La Igualdad Rosario (A.P.P.L.I.R.), quienes, con sus danzas, deleitaron la mirada atenta de concejales, beneficiarios y público presente. A.P.P.L.I.R. es una asociación civil sin fines de lucro que tiene como objetivo fomentar posibilidades de igualdad para jóvenes con discapacidad intelectual a través de la creación de espacios de sociabilización y recreación, la formación para el trabajo y la concientización a la sociedad sobre las formas de relacionarse con los jóvenes con discapacidad.

Luego de una breve reseña sobre CILSA y sus acciones institucionales, brindada por la coordinadora de Programas Sociales en la ciudad, Laura Reginatto, se presentó a cada uno de los beneficiarios que ansiosos esperaban por los elementos solicitados. Se trataba de ciudadanos con alguna discapacidad que llegaron a la O.N.G. en busca de nuevas esperanzas y oportunidades, con ansias de mejorar su calidad de vida y poder planificar un futuro mejor para ellos y sus familias, que siempre están presentes en estos eventos acompañándolos y compartiendo su felicidad.

Estas entregas no las realiza nuestra institución en soledad. Nada de esto sería posible sin el esfuerzo que hacen en conjunto los socios colaboradores, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y CILSA. Por esto es que, una vez más, agradecemos a todos por hacer posible este aporte, este granito más de arena a la lucha que hace años comenzamos en búsqueda de la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad.