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Programa Nacional

Niñez

Santa Fe

28 de abril de 2021

“A LOS CHICOS NO LES PUEDE FALTAR AMOR Y JUEGOS”

Así se expresó Emilce, ex participante de “Un niño, un futuro”. Experiencias de su infancia y actual relación con CILSA.

 

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Tiene 32 años y desde hace mucho tiempo conoce a CILSA a través del Programa Nacional “Un niño, un futuro”. El vínculo surgió cuando a los 8 años, Emilce comenzó a asistir al espacio Los Sauces, que funcionaba en el Club Ciclón Racing de la ciudad de Santa Fe. Allí transitó las tardes de su infancia durante cuatro años.

La oriunda del barrio 29 de Abril llegó a la ONG a través de la Escuela N° 21 Pedro de Vega. “Algo que va a quedar en mi corazón para siempre es que en CILSA aprendí a leer”, dijo al ser consultada por los aspectos más valiosos de su trayecto educativo en el espacio abocado a la niñez. Y agregó: “Antes no era muy sociable. Allí fui aprendiendo a relacionarme con otros chicos y a hablar más”.

Sobre cómo fue cambiando su vida a raíz de su participación en las actividades de aquellos años, la mamá de Karen, Milagros, Elías y Axel sostuvo: “Empecé a compartir experiencias, aprendizajes y diversión con chicos del barrio, a quienes no conocía”. En relación a esto explicó: “Aprendí a expresarme con más valor y fuerza, a poder decir lo que siento. Le trasmito a mis hijos que es importante que compartan lo que les pasa, lo que piensan”.

Además, la santafesina recuerda que el acompañamiento recibido la marcó para siempre. “Me ayudaban con la tarea y las actividades recreativas no faltaban. Teniendo en cuenta mi experiencia, hoy mis hijos y sobrinos asisten a La Esmeralda. Allí reciben una merienda, realizan actividades lúdicas y de apoyo escolar. Desde que estamos en pandemia, el seguimiento y la contención se dan desde el celular”, añadió sobre el particular contexto que se vive desde marzo del año pasado.

“Pienso que hoy en día, a los chicos no les puede faltar amor y juegos”, detalló para referirse a los aspectos que hacen a la integridad de las infancias. “Tomando como ejemplo mis vivencias, quise ayudar de la misma forma que me ayudaron. Por eso, desde hace 8 años colaboro cada vez que me necesitan en las actividades del espacio».

“Un lugar que te enseñe las cosas de la escuela, que te brinde contención cuando la necesitas, que ayude en pandemia y que nunca se olvide del valor que tiene el juego para los chicos, es fundamental.”

Gracias a este vínculo, en los últimos 3 años Emilce realizó un curso en el que aprendió a elaborar productos panificados, yogurt, tortas, tartas y chocolates. “Todo lo que iba cocinando lo llevaba a mi casa para compartir. Me gustó contar con un lugar que me enseñe algo nuevo y a hacer otras cosas por mi familia”.

 

Huellas en el barrio
Por otra parte, el desarrollo del Programa en el barrio es un aspecto a recalcar por la mujer que transita las calles del norte santafesino desde siempre. “Es importante que estos espacios estén en los barrios más humildes porque ayudan a los vecinos. Un lugar que te enseñe las cosas de la escuela, que te brinde contención cuando la necesitás, que ayude en pandemia y que nunca se olvide del valor que tiene el juego para los chicos, es fundamental”, expresó sobre el lugar que en 2016 migró a la Asociación Vecinal La Esmeralda ubicada en el barrio Esmeralda Este.

Mediante centros de educación no formal situados en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe, “Un niño, un futuro” de CILSA brinda educación, recreación y contención a niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad social desde hace dos décadas. El objetivo es promover sus derechos creando un espacio de pertenencia y aprendizaje integral.

 

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