El joven cordobés acudió a CILSA para retirar una silla de ruedas el 28 de octubre.

Eder, de 29 años, es oriundo de La Para, pueblo ubicado
cerca de Mar Chiquita, provincia de Córdoba. Vive con su familia compuesta por sus padres Darío y Karina,  3 hermanos menores: Leonel, Milagros y Camila, y Theo, sobrino.

«Trabajaba como albañil con amigos, como por ejemplo Diego, mi ex patrón, quien siempre estuvo presente y me ayudó muchísimo en este nuevo camino. En mis tiempos libres solía jugar al futbol y estaba con mi familia, que son un pilar fundamental», relató el usuario. Y agregó: «hace 2 años, a raíz de una inyección de penicilina mal colocada, adquirí paraplejia flácida, es decir, no tengo sensibilidad y movimiento en las piernas».

Luego de algunos días internado en terapia intensiva en el Hospital Tránsito Cáceres de Allende, y una larga tarea y trabajo de los profesionales, empecé a mejorar.

«En esta nueva etapa me costó mucho salir adelante. Pero apenas volví a mi casa, comencé con rehabilitaciones donde aprendí mucho, en postura y sobre todo a movilizarme y manejarme solo en la silla de ruedas. Tengo la ayuda de mi familia», añadió Eder.
El día que accedió a una silla de ruedas de forma gratuita en la ONG por la Inclusión, manifestó: «Ahora podré hacer una vida más a gusto, porque esta silla me permite movilizarme de manera más independiente y tener alguna actividad más recreativa. Ya no tengo excusas de no salir porque ahora me siento más cómodo».

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