Elías, de 25 años, accedió a una silla de ruedas el 31 de marzo en el Jardín Botánico de la ciudad de Córdoba.

Elías Joel Moyano Cancino es cordobés. Vive con su mamá Gloria y un hermano menor, David, en la capital provincial. Anteriormente vivió con su papá Claudio en Buenos Aires, y también en la ciudad de La Plata, donde practicó básquet sobre silla de ruedas.

Entre sus actividades preferidas se encuentran salir a andar en bicicleta adaptada, estar con amigos, leer, compartir películas en familia y disfrutar del aire libre.

«En mi infancia y adolescencia siempre estuve acompañado por mi padre y mi madre, quienes me alentaron mucho para hacer varios deportes como tenis de mesa, natación, boxeo y básquet», comentó el joven en relación a las actividades que realizó en equipo.

Elías posee Mielomeningocele, por lo que desde su nacimiento utilizó distintos elementos ortopédicos: órtesis largas, andador y silla de ruedas.

«A los 9 años, debido a la falta de recursos para adquirir una silla de ruedas en mejores condiciones, con mi familia recurrimos a CILSA, quienes nos ayudaron sin pensarlo», agregó muy contento ante el acompañamiento recibido.

El día que recibió la silla de ruedas acorde a sus requerimientos específicos, se refirió a su futuro educativo:  «actualmente no estoy estudiando nada pero me gustaría cursar Psicología o alguna carrera que tenga que ver con lo social, ya que formo parte de la Fundación Jean Maggi, que tiene como objetivo principal poner a niños/as y jóvenes sin recursos en movimiento a través de bicicletas adaptadas».

Por último, durante la jornada solidaria vivida junto a la ONG y otros usuarios, exclamó: «Estoy muy agradecido ya que me ayudaron a mejorar mi andar, con la silla tendré muchísima más independencia y autonomía de la que ya tengo. Podré salir a recorrer las calles de la ciudad, la cual tiene mucha infraestructura en mal estado. Sin lugar a dudas, está silla de ruedas tiene un gran impacto positivo en mi vida ya que mi salida al mundo va a cambiar para bien».

18657