Fue una de las beneficiarias de la entrega que tuvo lugar en el Centro Cultural España

Irma Antonia Ramos tiene 81 años y vive en Barrio San Martín de la ciudad de Córdoba junto a su hija Marilyn.

Hace poco menos de un año, tuvo una amputación metatarsiana del pie derecho debido a la mala circulación sanguínea. Por este motivo, la silla de ruedas resultó imprescindible para asistir a los controles médicos, rehabilitación y desplazamiento en la vida cotidiana.

Si bien es la primera vez que emplea un elemento ortopédico, es bastante autónoma en sus actividades cotidianas. Para tramos cortos, suele movilizarse con un andador.  Con el primario completo, Irma dedica bastante tiempo a la lectura, pasatiempo que le apasiona.

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