A sus 40 años, José accedió a una silla de ruedas en la sede regional de CILSA el 6 de julio.

Ese día, compartió su historia de vida entre los usuarios presentes:

«Soy José Leonardo Salas Sánchez. Vivo con en Córdoba capital con mi esposa Mónica y mis hijos Amira de 14 años, Azhira de 11 y Lionel de 10. Llegamos a Argentina en 2012. Mi esposa nació en la ciudad de Córdoba y nuestros hijos son venezolanos, al igual que yo. Durante mi infancia siempre me tuve que valer por mí mismo. Fui criado por mi abuela, quien me educó y me enseñó a esforzarme. Con mi familia vivimos momentos difíciles como también felices, y aprendimos a hacernos más fuertes. En 2017 comencé a tener dolores esporádicos de piernas, rodillas y cadera. Luego me desmayaba y no podía moverme ni hablar, solo ver. Fuimos a varias clínicas y hospitales sin obtener respuestas, hasta que llegué al Hospital Córdoba donde, en 2018, después de varios estudios, me diagnosticaron espondilitis anquilosante, enfermedad degenerativa, poco común, que no tiene cura ni tratamiento, solo una inyección para apaliar los dolores. Hace un año empecé a tener problemas para caminar. Usé bastón ,en principio, y gracias a CILSA, hoy tengo una silla de ruedas. La experiencia que tuve con la ONG fue de buen trato y predisposición. Fui escuchado y pudieron resolver mi necesidad de adquirir una silla de ruedas. El impacto de recibir esta silla fue positivo. Ahora tengo un medio para trasladarme. La silla cambió la capacidad de movilizarme dentro de casa y puedo estar más tiempo junto a familia».      

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