Adan posee parálisis cerebral desde los tres meses de vida, consecuencia de una bilirrubina alta no diagnosticada a tiempo. Su mamá Laura, que acompañó a su hijo este viernes, contó que Lucas es hijo único y que la unidad donada fue una bendición debido a que no recibe ayuda de nadie, exceptuando la asignación que percibe por la discapacidad del niño.

Lucas concurre a una clínica de rehabilitación en la ciudad de San Miguel de Tucumán en forma diaria, y antes de contar la silla de ruedas, el pequeño utilizaba una unidad de la institución prestada.

“Creo que ahora vamos a poder hacer más cosas juntos porque mi hijo se encontrará más independiente”, señaló Laura.

Es probable que en un tiempo corto, Lucas pueda realizar un tratamiento en el Hospital de Niños de la provincia, a través del cual se le aplicaría botus para mejorar sus movimientos hepáticos.