María del Rosario reside en Villa Tulumaya, a 60 kilómetros de la ciudad de Mendoza. Este viernes, junto a otras personas, recibió por primera vez una silla de ruedas de la mano de nuestra O.N.G., hecho que, en sus palabras “me pone muy contenta porque voy a poder continuar con mi vida cotidiana, con mis actividades”.
El mencionado elemento ortopédico, cabe señalar, fue gestionado por Estela Cabrera, una amiga de María, quien se encargó de realizar los trámites que tuviera una silla propia, a fin de mejorar su calidad de vida, salir a pasear y realizar otras actividades.
La beneficiaria en cuestión es una mujer muy activa y pese a sufrir secuelas de Poliomielitis, nada le impide seguir adelante.