fbpx

Programa Nacional

Polideportivo

Santa Fe

18 de junio de 2017

Regreso a la segunda casa

Ever, Eric y Kevin son tres hermanos que formaron parte del hogar Polideportivo de Santa Fe. Diez años después, Eric regresó como voluntario a CILSA.

 

UNUA- POLIDEPORTIVO- SANTA FE- EQUIPO DE FUTBOL DEL HOGAR- 07/2005

UNUA- POLIDEPORTIVO- SANTA FE- EQUIPO DE FUTBOL DEL HOGAR- 07/2005

 

En noviembre de 2001 el Programa “Un niño, un futuro” daba sus primeros pasos. En el Complejo Polideportivo “Juan L. Vega” de CILSA. “Todavía recuerdo ese primer día, ver llegar a los niños que participarían de nuestro espacio. Algunos iban acompañados de sus padres, otros junto a sus hermanos. En sus caras se notaba la intriga y ansiedad por saber qué haríamos, a qué jugaríamos”, relató la Coordinadora Regional Santa Fe del Programa, Daniela Cejas.

Acompañados por su mamá Mónica, en 2003 iniciaron las actividades en el hogar tres hermanos: Ever, Eric y Kevin quienes entonces tenían 12, 10 y 6 años respectivamente. Su asistencia era perfecta, eran inquietos, creativos y buenos compañeros. Integraron el equipo de fútbol y participaron de varias obras de teatro que organizaba una abuela que también daba un taller de lectura.

Eric comentó que se acercó al hogar por sugerencia de un amigo. Al preguntarle por los recuerdos de aquellos días expresó: “me acuerdo cuando hacíamos fútbol, vóley y béisbol con el profe; o mirábamos películas. En el verano participábamos de la colonia de vacaciones, que era como una segunda casa para nosotros debido a la comodidad y por cómo te hacían sentir. Gracias a eso hoy sé nadar”.

En 2008, cuando comenzaron la escuela secundaria los tiempos ya no eran los mismos, tenían otras obligaciones y dejaron de concurrir al hogar. Diez años después, Eric participó desde marzo de 2016 hasta febrero de este año como voluntario de la panadería Chiquipán, emprendimiento de la ONG que abastece a los hogares santafesinos.

Hoy tiene 23 años y dos hermanos más. Cuando ingresó a la panadería lo invadió la nostalgia. “Me volví a sentir como cuando tenía 10 años. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Fue muy lindo colaborar. Conocí a Diego que es un excelente panadero y me enseñó mucho”. Actualmente está buscando empleo para ayudar a su familia y sigue jugando al fútbol, deporte que ama. “Mis expectativas son poder tener un trabajo digno, formar una familia y aprovechar el tiempo con mis viejos que me dieron todo”, detalló al hablar del futuro. Tal vez, las vueltas del destino vuelvan a cruzar a Eric y a la ONG.

Translate »
Ir al contenido