DEPORTES | Por Enrique Cruz

Guillermo Tibaldi es un ex comandante naval que pasó mucho tiempo de su vida en el ARA San Juan. En octubre de 2019 decidió partir a pie desde Mar del Plata hasta el Aconcagua y escalarlo, para clavar una bandera argentina en honor a los 44 desaparecidos dentro de la nave.

Cuando uno pasa por delante del Destacamento Naval, en pleno Puerto de Mar del Plata, todavía subsisten –y así será por muchísimo tiempo- las banderas pidiendo esclarecimiento por la tragedia del ARA San Juan y recordando, con nombres y fotos de los 44 tripulantes que desaparecieron en el mar.

Y hay alguien que decidió rendir un homenaje a su manera, no exenta de un tremendo sacrificio y esfuerzo. Su nombre es Guillermo Tibaldi, fue comandante del ARA San Juan, nació en Buenos Aires y vive en Mar del Plata. Tiene 65 años, corrió seis Ironman (3.600 metros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42 kilómetros a pie) y cuenta con una preparación física que le permitió lanzarse a la aventura del 26 de octubre, justamente el día que se cumplió un aniversario de la última partida del ARA San Juan. En ese momento, salió desde el muelle marplatense hasta la base del Aconcagua (1.600 kilómetros corriendo) y luego procedió a escalar hasta la cima.

«La idea es recorrer entre 25 y 30 kilómetros por día, aproximadamente, con lo que estimo que en dos meses llegaré a la base del Aconcagua y de allí iniciaré la escalada, que me demandará un mes, aproximadamente», contó Tibaldi previamente a lanzarse a la proeza.       Bajo el lema «Desde su muelle a lo más alto de la Patria», trasladó una bandera argentina con los nombres de los 44 tripulantes. Durante el trayecto, brindó charlas en distintos pueblos.

Para ello hizo un entrenamiento de cuatro meses, como si fuera para correr una ultramaratón, que son las carreras de distancia superiores a 42 kilómetros. El objetivo: recaudar fondos para la construcción de un memorial con la forma del submarino, de seis metros de largo, con una placa y el nombre de los últimos 44 tripulantes que se erigiría en Mar del Plata. El diseño del memorial fue donado por el arquitecto Ricardo Ordóñez, que pensó en realizarlo en granito, ya que no requiere mantenimiento y es resistente. Además llevaría una «cápsula del tiempo», como la definió Tibaldi, que se abriría cuando se cumplieran 50 años de la última zarpada.

      «Espero que el cansancio físico en la prosecución de los objetivos no melle mi ánimo, homenajeándolos así como a ellos, creo, les gustaría. No soy yo quien encara esto, el objetivo supera a la persona. Por eso quienes sientan que este homenaje los representa, estarán conmigo y junto a los 44, presentes», dijo Tibaldi en el final de la charla, algo que sin lugar a dudas lo motivó para transitar los kilómetros y la posterior escalada al Aconcagua. «El ARA San Juan fue la nave en la cual pasé largos días de navegación y guardias, campañas prolongadas por años. Fue también mi oficina y mi casa», agregó.

      «Estos 44 héroes ofrendaron su vida adiestrándose para la defensa nacional y los intereses marítimos de todos. Esto fue lo que me motivó a emprender la aventura, que más que eso es un homenaje merecido a quienes he conocido y a la nave en la que pasé tanto tiempo de mi vida», dijo el ex comandante.

En Mendoza y luego de haber recorrido casi 1.200 kilómetros a pie, ingresó a la provincia por el Arco de Desaguadero y en Uspallata fue recibido por Bomberos, Gendarmería y los vecinos de la zona. «La climatología no me asustó. Físicamente estoy bien y con el mismo peso con el que salí de Mar del Plata», dijo antes de iniciar la escalada a la cima del Aconcagua. Y finalizó: «Estoy muy agradecido porque la vida me está permitiendo hacer esto, por lo que siento un especial orgullo».