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30 de octubre de 2020

Rodrigo Noya: «Somos influencers en la vida de mucha gente»

Se hizo famoso hace más de dos décadas en «Agrandadytos», el ciclo televisivo semanal que conducía el santafecino Dady Brieva. Hoy, con 27 octubres en su espalda y un hijo, el actor de Chascomús le cuenta a CILSA y la Gente cómo se tuvo que reinventar para sobrellevar la pandemia.

 

Es uno de los tantos actores que los argentinos vieron crecer en la pantalla. Porque a los cinco años, con lentes prominentes y total desparpajo, Rodrigo Noya (junto a su hermana, Agustina, de solo tres) fue demostrando en «Agrandadytos», el programa que conducía el santafecino Dady Brieva, que su futuro indefectiblemente era la actuación. «Fue algo que marcó mi vida», afirma el hincha de Independiente a CILSA y la Gente.

Rodrigo, ¿si volvieras a ser chico harías el recordado ciclo? 

La verdad no lo sé. Hay un antes y un después de Agrandadytos. En ese entonces, fue una situación que se dio para que lo disfrute y lo viva tranquilo. Nadie lo buscó. Ni mis padres, que me cuidaron en todo momento. Si me preguntas hoy, debería ver y vivir la misma situación.  

A los 27 años, ¿qué lugar le das a la solidaridad?

Siempre estuvo muy presente. Quizá, en algún momento de mi vida, debería empatizar un poco más. En lo que puedo siempre soy solidario. Cada persona encuentra la manera de empatizar con las cosas que terminan llevando a que se solidarice con alguna situación. 

 

Valores y solidaridad en tiempos de pandemia

¿Dónde y quiénes te enseñaron valores? 

Los que me enseñaron valores como, por ejemplo, la amistad, fueron mis padres, Marta y Eduardo. Siempre trabajé de chico y la verdad que tener la amistad intacta, y no responder, digamos, a la estructura de niño sin quemar ninguna etapa, creo que fue lo más importante. Mantener los pies sobre la tierra, mientras me iba haciendo conocido. Aprendiendo que no era más ni menos que nadie por estar en la televisión.   

¿Hay que hay involucrarse y ser solidarios en esta larga etapa de pandemia?

Durante la pandemia, que es algo completamente nuevo para todos, sacamos muchas cosas positivas y negativas. La solidaridad tomó un gran lugar en la vida de todos nosotros. En entender quien necesita más que otro y a valorar al que tenés al lado que, por ahí, está pasando una situación peor que vos. La pandemia nos ayuda a valorar lo que tenemos. Porque hay gente que la está pasando mal o peor que uno.

¿Las ficciones inculcan valores?

Hoy, la masividad de la ficción, sea cine, teatro o televisión, con respecto a los mensajes que podamos dar, creo que pueden inculcar valores. De hecho, ahora que estoy haciendo el infantil «La brújula de los sueños» en el Auto Teatro de La Rural, inculcamos muchos valores que tienen que ver con la unión, la familia, la amistad y la perseverancia para lograr los sueños. 

¿Famosos como vos deben colaborar con instituciones benéficas? 

De alguna manera, nosotros somos influencers en la vida de mucha gente. Porque observa cómo nos movemos. También tenemos el alcance en las redes de poder enviar mensajes positivos, esperanzadores. Por eso, uno debe ser muy consciente de lo que dice. Y hacer alguna bajada de línea de cosas que haga reflexionar a la sociedad. Sobre todo, en los tiempos que vivimos.

Rodrigo, ¿cuál es tu mirada acerca de la inclusión de las personas con discapacidad? 

Creo que hay mayor inclusión. ¿Debería haber más? Sí. Creo que todavía no se acentúa tanto como se debería acentuar. Pero percibo que la sociedad incluye más a las personas con discapacidad. 

 

Padre orgulloso que se reinventa

¿Qué te enseña tu hijo Bautista? 

Con él aprendo todos los días a ser papá. Me enseña a mantener viva mi imaginación. Algo que cuando vas creciendo, vas perdiendo. Y los niños te mantienen con ese juego, con ese disfrute y ese amor puro que tienen. En verdad, todo el tiempo aprendo y me relajo mucho. Bautista es mi cable a tierra, en todo sentido. Todo fluye más lindo con él. Es una bendición hermosa el haber sido papá. 

¿Cuándo y cómo nació «La brújula de los sueños»? ¿en qué te inspiraste? 

Justamente, nació en una de estas noches de cuarentena, de pensar en ganas de poder volver a trabajar, de volver a subirme al escenario. Y el tener a mi hijo conmigo me despertó la idea de poder hacer algo, de crear algo para él. ‘La brújula de los sueños’ nace de ahí. Nace de una historia de dos hermanos que buscan sus sueños a través de una brújula que los guía hacia ellos. La mujer quiere ser cantante, bailarina y actriz. El hombre quiere ser alguien en la vida, porque su abuelo le contaba muchas historias. Se llaman Carolo y Lucía, que tienen al abuelo que les habla a través de un cuadro, porque ya no está con ellos y los va guiando a través de la brújula.

¿Con qué, precisamente?

Con canciones hermosas, compuestas por Mauro García Barbé, con las coreografías de Ignacio Saraceni y la dirección de Diego Rinaldi.

Así que sos el autor de la obra…

La obra está escrita y pensada por mí. Al igual que las letras de las canciones. Así que muy feliz de tener esta oportunidad. Es oportunidad increíble y estoy trabajando muy fuerte en el infantil junto a mi novia Belén Di Giorgio y a Nando José, Malena García, Rafa Muñiz y Cristina Maresca. En definitiva, aspiro a alegrarles un poco más a las familias estos larguísimos días de pandemia. 

Por último, ¿qué proyectos laborales te esperan? 

Además del infantil, estoy en ‘Hermanes’, una obra teatral pensada y grabada para streaming, con una particularidad: posee lenguaje inclusivo. Comparto la actuación con Santiago Camaño. Estamos dirigidos por Valeria Ambrosio y producidos por Nazarena Vélez. 

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Por Juan Ignacio Penlowskyj
Fotos Rodrigo Noya
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