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20 de julio de 2020

Vilas, un hombre que le puso nombre al tenis

La Asociación Argentina de Tenis lo nombró Capitán Honorario de la Copa Davis y Embajador Mundial del tenis argentino. 

 

Guillermo Vilas fue el jugador de tenis más importante de la historia argentina. Le faltó quizás levantar la ensaladera, algo que, por ejemplo, logró Juan Martín Del Potro. Pero llevando la discusión al fútbol, es lo mismo que ocurrió con Maradona y Messi. En el caso de este último, no haber conseguido la Copa del Mundo (le queda una última ficha en Qatar) no lo invalida ni lo desmerece.

La Asociación Argentina de Tenis (AAT) fue justa con Vilas. Camino a los 100 años (los cumplirá el 2 de septiembre de 2021), otorgó al marplatense dos cargos de por vida: Capitán Honorario de Copa Davis y Embajador Mundial del tenis argentino.

Esta historia comenzó tiempo atrás, cuando el Consejo Directivo de la AAT aprobó de manera inmediata el proyecto presentado por el periodista Eduardo Puppo el 25 de julio de 2018 con el fin de completar los reconocimientos -en el marco del Salón de la Fama del tenis argentino- a la carrera del jugador más destacado de nuestra historia.

Como complemento, Vilas recibió la campera oficial de Copa Davis con su número histórico de representación y año de debut (Nº 22 / 1970) y un diploma del Salón de la Fama como Embajador y Capitán Honorario. Al recibirlos, expresó: «Lo acepto y agradezco, no importa si llega tarde o temprano en mi vida, lo que importa es que se acuerden. Siempre traté de comportarme bien mientras representaba al país, haciendo lo mío o por la Copa Davis, una competencia que amé. No son las ironías del destino, para mí es más que simbólico y lo valoro por el respeto con el que me otorgan estas distinciones».

Vilas es el tenista argentino que más series disputó y más partidos de Copa Davis ganó hasta el presente, logros suficientes para sustentar la decisión de la Asociación Argentina de Tenis. Además, es el jugador con mayor cantidad de victorias (57): victorias en singles (45), series disputadas (29), años jugados (14) y el más joven en jugar por la Davis (en 1970 tenía 17 años y 215 días cuando jugó su primer partido).

Vilas decidió que no iba a representar más al país en Copa Davis el 6 de marzo de 1983. Su despedida no pudo ser mejor: jugó un memorable partido en el Buenos Aires Lawn Tennis. Allí apabulló a John McEnroe y colaboró para la victoria de Argentina ante Estados Unidos por 3 a 2. Dos años más tarde de haber jugado –y perdido- la final de la Davis de 1981, en una serie dramática, en la que Vilas-Clerc estuvieron a punto de derrotar en el partido de dobles a McEnroe-Fleming. Si Vilas y Clerc, peleados y sin hablarse, ganaban ese partido, la serie se hubiese inclinado a favor de Argentina y hubiese sido el gran premio que Vilas merecía y no pudo conseguir.

«Nunca fuimos amigos, lo que sí, siempre dimos lo mejor por Argentina», dijo José Luis Clerc después de haber conocido la decisión de Vilas de no jugar más por nuestro país, justamente después de un partido memorable ante uno de los mejores del mundo.

En ese partido, Vilas le ganó a McEnroe por 6-4, 6-0 y 6-1 en una verdadera demostración, quizás jugando con bronca, con rabia. Fue el último, la despedida.

 

Distinguido

Vilas es el tenista que posee el récord de mayor número de victorias en una sola temporada con 130 partidos ganados en 1977. Además posee el récord de mayor cantidad de títulos ganados (16 títulos) en una sola temporada (1977). Asimismo, es el único tenista en tener el récord de mayor número de partidos ganados de forma consecutiva: 46.

1977 fue el mejor en la historia de Vilas: llegó a ser número 1, en tiempos en que el ranking no existía. Pero fue tan impactante su campaña, que se convirtió en el mejor jugador del mundo, cuando tenía 25 años.

Con apenas 18 años se había convertido en el número 1 de Argentina y su primer torneo lo ganó, precisamente, en nuestro país: fue en 1973 cuando venció a Borg, por abandono del sueco, quien posteriormente se convirtió en su «sombra negra».

«Nunca estuve más solo en mi vida que cuando fui el número 1 en 1977. Era un cardo. Solo, solo. La gente puede pensar que fue un año espectacular: yo deseaba que terminase rápido», dijo Vilas alguna vez.

Vilas está invitado a sentarse a la mesa de los grandes ídolos junto a Fangio, Monzón, Ginóbili, Maradona y Messi. Fue un hombre que marcó un hito clave para el desarrollo de este deporte. Antes de Vilas, casi nadie. Después de Vilas, un montón de tenistas incursionaron con gran éxito en el primerísimo nivel.

Por todo eso, la distinción de la Asociación Argentina, aunque, curiosamente, nunca lo hayan convocado como capitán de la Davis, es el homenaje justo y sincero para un hombre que marcó una época. Un grande de verdad.

 

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Por Enrique Cruz
Fotos El Litoral
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