Los chicos del hogar disfrutan del tradicional juego.

En el hogar de Alto Verde los niños juegan con entusiasmo al dominó, incluso viaja en sus mochilas a donde quiera que vayan.
La partida se inicia al colocar las fichas boca abajo y mezclarlas. Cada jugador toma 12 de ellas y las dispone de modo que solo él puede verlas. Si sobran fichas, se dejan en un rincón.
Cada jugador, de a uno por vez, deberá encontrar entre sus fichas una coincidencia en cualquiera de los dos extremos de la ficha de la mesa con alguna de las que tiene. En este caso, las vocales y los objetos que comienzan con ellas (A con A o el Anillo, E con E o Empanada, I con I o Isla, O con O o con Oveja, U con U o con Unicornio) y así se irá conformando una hilera a medida que avanza el juego. El jugador que se quede sin fichas es el ganador.

Fundamentación
El juego es una buena excusa para hacer amigos, compartir un momento y ejercitar el cerebro. El dominó, en particular, permite desarrollar la percepción visual y la motricidad. Enseña a relacionar, asociar y agrupar por categorías las distintas imágenes.
Es un recurso para que los niños ejerciten y desarrollen su inteligencia y al jugarse de a dos o más participantes favorece el vínculo, el compañerismo, la colaboración y el trabajo en equipo.
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