El equipo del espacio remarcó la importancia que tiene el juego en la infancia.

A través de diversas actividades, en el hogar Pompeya se buscó revalorizar el juego en la infancia. Durante el año, se plantearon diversas jornadas de juego dirigido y libre, de preguntas y respuestas, en equipos, de disfraces, al aire libre, sensoriales y de memoria, de creatividad y expresión. Para diseñarlos, se contemplaron las edades y los intereses de cada niño.

En este marco, el equipo interdisciplinario desarrolló diferentes dispositivos que propiciaron el espacio lúdico: los grandes volvieron a ser niños y los niños disfrutaron de lo que más les gusta hacer: jugar.

Fundamentación

En términos generales, se suele asociar el juego al entretenimiento. No obstante, en Pompeya se abordó el juego no sólo como un derecho, sino como la mayor expresión del mundo interno de un niño.
Es importante destacar que el niño que juega organiza símbolos y códigos que él y su grupo de compañeros reconocen. De esta manera, atribuye significados al mundo que lo rodea.

Se trata de una actividad que mezcla fantasía y realidad, permite la asignación de roles, la elaboración de conflictos, la expresión de emociones, la práctica de reglas, la manipulación de objetos, la exploración, la socialización, la creatividad y la apertura al otro.

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