Los niños participaron de una votación sobre las cualidades positivas de los compañeros.

Con el fin de que los niños se reconozcan como grupo desde un lugar positivo, las docentes del hogar Cárcova de Buenos Aires organizaron un simulacro electoral en el que los niños debían registrar las cualidades positivas de sus compañeros.

De esta manera, se generaron dos encuentros. El primero se basó en trabajar los saberes traídos por los niños acerca de algunas temáticas: el voto, el DNI, quiénes votan, qué se necesita para hacerlo.

En el primer encuentro se decidió que la votación se acercaría lo más posible a lo real: con un cuarto oscuro, el DNI de cada niño, caja para los votos, boletas de los candidatos y sus cualidades y jueces de mesa, a cargo de las madres de los chicos. Todos los materiales fueron construidos en los talleres de Arte, mientras que en el de Teatro se trabajó y ensayó a el fin de que los niños lleguen al día de la votación preparados, sabiendo qué hacer y cómo.

El segundo encuentro fue el de las elecciones. En primera instancia se preparó el espacio, se recibió a las madres y a los chicos y luego se dio comienzo a la votación. A diferencia de las reales, en estas elecciones los niños no podían votarse a sí mismos. Entonces, cada vez que ingresaban al cuarto oscuro, se retiraba el nombre del votante.

Para finalizar se realizó el conteo de votos en forma grupal. Las madres estuvieron presentes para poder escuchar qué cualidades positivas ven los compañeros en sus hijos. La jornada fue intensa, esperanzadora y llena de aprendizaje. En este sentido, los niños recibieron motivación y comprendieron la importancia de reconocer al “otro” como un par.
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