Los niños participarán de una actividad que incluye siembra, cosecha y cocina.

Las docentes hogar Albertina de Buenos Aires decidieron retomar una actividad que ya había sido llevada a cabo en el espacio: el taller “De la huerta a la cocina”.

En aquel entonces, mientras pensaban el proyecto anual, se les ocurrió trabajar con una huerta. Los niños pudieron conocer más sobre planas y semillas, tiempos de siembra, calendario lunar y reutilización de materiales. Paso a paso, fueron surgiendo otras posibilidades en torno al proyecto, como por ejemplo la de cocinar los propios frutos.

En este sentido, niños y docentes se interiorizaron sobre variadas recetas, entendiendo todo lo que la tierra puede proveer si se la cuida y se la trabaja sanamente.

El taller se fue creciendo: tenía un día específico y las recetas se iban complejizando cada vez más. De esta manera, se elaboraron gran variedad de alimentos: panes saborizados, pizzetas, fideos caseros, limonadas con menta, tomates rellenos, entre otros. A fin de año, se armó un stand, en el que se exhibió el trabajo realizado durante todo el período.

Hoy el hogar abre nuevamente las puertas a este taller: no sólo porque permite aprender a manejar utensilios, medidas y manipular alimentos, sino porque a los niños les gusta, los acerca, los agrupa y los entusiasma.

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