En el marco del proyecto: “La tierra en expansión”

Como parte del proyecto “La tierra en expansión”, los niños de Morón construyeron diferentes modelos explicativos para comprender diferentes estructuras de la Tierra, los animales y las plantas. Además, observaron videos e imágenes para ampliar el conocimiento acerca del origen del mundo, su conformación y los seres vivos que la habitan y habitaron.
Realizaron una lluvia de ideas en base a imágenes y reflexionaron acerca del cuidado que se debe ejercitar hacia la naturaleza a través de distintas acciones concretas. Luego, dibujaron una serie de viñetas para secuenciar, en forma hipotética, la historia de la Tierra.
La finalidad del taller fue favorecer la formación de espacios que permitan explorar, analizar, investigar, generar preguntas y poder buscar soluciones a los problemas que cualquier proceso creador plantea. Además, confrontaron ideas y valoraron las formas de organización de los pares aplicando técnicas sencillas de reutilización.

Objetivos
Por medio del taller, se pretendió desarrollar investigaciones que surjan de situaciones contextualizadas, recurriendo a diversas fuentes de información, como la observación sistemática, el análisis de modelos, la modelización, la entrevista a especialistas y la búsqueda de información en textos y audiovisuales.

Además, se buscó adquirir diversos conocimientos como una herramienta para poder comprender su entorno, cuestionarlo y argumentar sus opiniones utilizando su discernimiento.
Por otro lado, las experiencias grupales (de producción y análisis) permiten ponderar los aportes individuales y dar lugar a explicitar diferentes miradas e interpretaciones, compartiendo lo aprendido.

Fundamentos
Esta propuesta surgió a raíz del interés que los niños y niñas tienen por conocer el maravilloso mundo de los dinosaurios. Para ampliar la imaginación y darle rienda suelta a la capacidad de asombro, la literatura potencia el desarrollo del lenguaje y abre las puertas a la creatividad.
Para entender cómo funciona la Tierra hay que cambiar de escala y abarcar los 4.500 millones de años que tiene nuestro planeta.
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