El 4 de marzo fue beneficiaria de una silla de ruedas en la Estaca La Boca de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Stella Arellano (46) tiene discapacidad desde los tres meses de vida como secuela de poliomielitis. Se moviliza en silla de ruedas y trabaja junto a su esposo, quien también tiene la misma patología. La pareja llega a Liniers, donde el hombre se desempeña como aparador de calzados mientras ella vende algunas cosas que ellos mismos fabrican en su casa de manera artesanal.
Su familia está compuesta por sus dos hijos y una nieta, viven en alquiler en Capital Federal, tienen que trabajar para los gastos tanto del alquiler como los gastos de la vida cotidiana; su anhelo principal es que sus hijos se profesionalicen.
El día de la entrega, Stella junto a su esposo que también recibió su silla, recibieron los elementos ortopédicos de la mano de CILSA y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

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