Recibió una silla de ruedas el 19 de junio en la municipalidad de Lavalle.

Margarita tiene 38 años, vive con su pareja Ceferino (46) y dos hijos: Camila de 13 años y Nicolás de 11 años. Nació con una enfermedad, pie de bot, una deformidad congénita del pie que afecta a los huesos, los músculos y los tendones.
Vive a más de 100 km de la ciudad de Mendoza, en un puebo llamado San José ubicado en la localidad de Lavalle. Habita un rancho de adobe, caña y barro.
El ingreso económico de la familia proviene de Ceferino, que se dedica a cuidar animales de fincas aledañas, aunque el dinero no es suficiente para cubrir todos los gastos.
Al momento de recibir la silla, Margarita se puso muy feliz. Contó que en el año 2009 CILSA le otorgó su primera silla de ruedas, pero con el uso se deterioró.

“Una vez más, agradezco a CILSA por su ayuda incondicional. Es muy importante tener una silla de ruedas propia y así poder salir de casa, ayudar a mis hijos con las tareas de la escuela y mejorar mi calidad de vida”.

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