23 de septiembre de 2020
Tradición
Mientras la globalización nos va borrando los rasgos locales para asimilarnos a un modelo de patrón internacional, quedan todavía, especialmente en el arte, características propias de cada país que rescatan la memoria de su identidad.
Universalizarse, integrarse con otros pueblos y permearse al influjo de otras culturas puede ser una actitud valiosa que redunde en el enriquecimiento de nuestra identidad, del mismo modo que el exceso de admiración, la réplica de modas externas y la total apostasía de nuestra historia, nuestras costumbres y nuestras tradiciones, puede desnaturalizarnos y borrar cualquier atisbo de carácter propio.
El 21 de octubre de 1886 fallecía en Buenos Aires José Hernández, autor de una magnífica obra poética gauchesca que es la nave insignia de la literatura nacional, el Martín Fierro, en la que se plasma una parte de nuestra historia y se pinta un retrato de nuestra variada trama social. En su homenaje se estableció el 10 de noviembre –fecha de nacimiento de Hernández- como Día de la Tradición.
Es bueno recordar que tradición significa transmisión de generación en generación, un compromiso que todos los adultos debemos asumir para mantener viva la memoria de nuestros valores y nuestra cultura.
