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El Parador Municipal fue sede del acto de entrega de sillas de ruedas y otros elementos ortopédicos por parte de CILSA el 4 de diciembre.  Fue una nueva acción solidaria que benefició no sólo a personas de la ciudad de Puerto Madryn, sino también a quienes residen en otras provincias patagónicas. El evento contó con la presencia de estudiantes de la Escuela secundaria Fape, quienes pusieron en común su experiencia en el marco de un proyecto de “Inserción e Intervención Comunitaria”.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Voluntariado, que se celebra el 5 de diciembre, se hizo hincapié en el área de Voluntariado de la organización, que cuenta con personas argentinas y extranjeras comprometidas con el bien común que, en forma individual o a través de empresas, colaboran con los programas sociales para contribuir a la conformación de una sociedad más inclusiva. Gracias a ellas, muchas personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad social pueden acceder a una vida más digna.

En tal oportunidad, se le entregó un certificado de reconocimiento a Mónica Larrieu Lacoste, quien desde hace siete años desarrolla su labor como voluntaria en CILSA regional Patagonia, brinda su tiempo y sus conocimientos en los programas sociales “Un niño, un futuro”, en el de entrega de elementos ortopédicos y el de concientización.

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