Cristián tiene 27 años y vive con sus abuelos. El muchacho sufrió un accidente en el año 2004 cuando se desempeñaba como delivery cuando con un arma de fuego fue asaltado recibiendo dos disparos y adquiriendo una paraplejía producto de éstos. La familia de Cristian no tiene dinero para adquirir una silla de ruedas ya que sus abuelos son jubilados y la plata que ingresa sólo cubre necesidades básicas.
Es un chico muy activo y realiza diferentes actividades, entre ellas cursos de armado y reparación de PC. Actualmente se encuentra realizando pasantías en el espacio cultural Julio Le Parc.
Al momento de recibir el elemento, Cristian agradeció a CILSA por darle una vez más la oportunidad de tener una silla propia. “Hace dos años me entregaron una silla de ruedas en el Zoo de Mendoza. Lamentablemente se me rompió de tanto uso, ya que con la silla voy para todos lados, no la dejo nunca. Gracias por su ayuda, gracias».
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