El muchacho llegó a CILSA a través de una amiga de su madre. Tiene 31 años y presenta discapacidad desde hace un año a raíz de un Accidente Cerebro Vascular. 
Para Luciano, no contar con la silla de ruedas fue uno de los motivos por los cuáles no realizaba actividades fuera de su casa.
No posee obra social, vive con sus padres en una vivienda alquilada, siendo la principal fuente de ingresos el trabajo de la madre.
Tanto él como sus familiares concurrieron muy entusiasmados a la entrega de elementos ortopédicos que CILSA concretó en el Salón San Telmo del Hotel Sheraton el 8 de agosto último.
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