Este jueves, en las instalaciones del Centro Cultural Parque Alem, junto a otras 13 personas, Magdalena tomó contacto con la tan esperada y necesitada silla de ruedas, a la cual accedió a través de una solicitud efectuada desde el Hospital Centenario de esta ciudad.
La situación de la beneficiaria, cabe señalar, es devastadora. Sin embargo, ella no baja los brazos y es por ese motivo que se encuentra tramitando una jubilación para, algún día, poder acceder a una vivienda digna.
Por secuelas de un Accidente Cerebro Vascular y una posterior mala praxis, desde hace algunos años Magdalena se moviliza en silla de ruedas. Abandonada por su familia, la mujer vivió en una casilla muy precaria de la periferia rosarina y más tarde en galerías del Hospital Centenario. Al cabo de un tiempo conoció a un hombre, hoy su pareja, quien trabajaba como sereno en una obra en construcción, y que al observar su realidad le ofreció pernoctar en ese lugar. Un tiempo después, y debido a dicha acción, fue despedido, por lo que ambos quedaron en situación de calle.
Pese a un contexto doloroso, Magdalena se mostró muy contenta y agradecida con el elemento que recibió, y confió a nuestros representantes que su sueño es contar con una jubilación que le permita vivir en un hogar más cómodo y digno.