Expresó el joven oriundo de Córdoba durante la jornada de entrega en la que recibió una silla de ruedas de forma gratuita.

      
Carlos, de 26 años, es de Córdoba capital, donde vive desde mi infancia. Su familia está compuesta por la mamá Viviana y una hermana, Florencia. Posee Mielomeningocele, una malformación de columna desde el nacimiento. De chico utilizó caminador, luego bastones canadienses y, en casos puntuales, silla de ruedas que solicitó en CILSA.

«Soy diseñador gráfico y músico, desde los 15 años eso que me gustaba hacer, se convirtió en mis actuales fuentes de ingresos», expresó para iniciar su presentación. Y continuó: «Cursé en la Facultad Ciudad de las Artes y en la Universidad Nacional de Córdoba. Mi discapacidad no es un impedimento para realizar ninguna de las actividades que hago a lo largo de todos estos años».

En relación a los deseos a futuro, dijo que le gustaría retomar la práctica de básquet y natación que realiza cuando era adolescente. «La vida te pone obstáculos, los límites los pone vos», culminó.

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