Así lo expresó Martín Coronel tras acceder a una silla de ruedas en un acto de entrega de elementos ortopédicos desarrollado en la Estaca Las Flores de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

«Resido en Villa Santa Rosa de Río Primero. Durante la infancia vivía en el campo con mis abuelos, mi mamá y un hermano menor; otros 3 hermanos estaban en Córdoba y mi papá trabajaba en las chacras. Me recuerdo jugando, en donde mi hermano tiraba del coche paragüitas con su bici y así nos divertíamos», relató Nicolás durante su presentación en la jornada organizada por CILSA el 31 de agosto.                                                                                
El joven de 28 años nació a las 26 semanas de gestación, posee diagnóstico de Parálisis Cerebral. «Permanecí internado por más de un mes. Al llegar a los 2 kg me dieron el alta, trasladándome a mi lugar de origen con cuidados especiales por 90 días más. Desde entonces me traslado en silla de ruedas. Recibo rehabilitación en mi domicilio. Los cuidados están a cargo de mi mamá, quien maneja la sonda ya que me alimento por botón gástrico desde 2019».        

Por otro lado, el oriundo de Diego de Rojas contó que concurrió a una escuela especial en Villa Santa Rosa de Río Primero y realizó el secundario siendo orgullosamente, durante 4 años, escolta de la bandera. «Egresé en 2014. No bajé los brazos. Hice un año de primaria en escuela normal nocturna, que me habilitó para comenzar el nivel secundario. Lamentablemente tuve que dejar por problemas de salud», agregó.  

“Trabajo en una radio local como conductor. Con la silla nueva voy a poder salir con mayor comodidad dado que se puede trasladar fácilmente por su modo plegable. También me va a ayudar a retomar a partir del año que viene, el secundario nocturno para poder egresar y seguir mi soñada carrera de Comunicación Social. Estoy muy agradecido a todas las personas que hicieron posible tener una silla de ruedas nueva”. 

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