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El mismo consistió en hacerlo a través de un gesto, lo cual fue muy divertido para los participantes. Formando todos un círculo, los niños iban saliendo uno a uno al centro de éste, donde debían decir su nombre y hacer cualquier gesto (podía ser de animales, personajes, etc.) Después volvían a su sitio y los demás debían repetir todos a la vez el gesto realizado, diciendo su nombre.

Luego de esta presentación se realizó un juego cooperativo donde había que pasar por distintos circuitos: subir todos a un banco y una vez arriba acomodarse por altura de menor a mayor y cambiando de lugar sin bajar del banco.

Por otra parte, “Cruzar el río”, fue otro de los juegos donde los niños cruzaban un río por medio de piedras que estaban representadas por papel de diario colocado en el suelo. Fue una actividad muy productiva donde se reforzó la importancia de llamar al compañero por su nombre y no utilizar sobrenombres ni apodos.

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