A través del arte, la música y la magia brindados por distintos voluntarios sobre escenarios digitales, los participantes de “Un niño, un futuro” vivieron unas divertidas vacaciones de invierno.

Motivados por aportar su granito de arena, un grupo de voluntarios de diferentes ámbitos contribuyó a la planificación de actividades del Programa Nacional “Un niño, un futuro” durante el receso escolar de julio. Utilizando la tecnología como herramienta que acerca en tiempos de pandemia, la creatividad, alegría, emoción y desafíos fueron los denominadores comunes que animaron las propuestas en CABA, La Plata y Mar del Plata.

“Nosotros realizamos un video para mostrar la técnica del lavado de manos según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud. Lo acompañamos con una canción y coreografía”, explicó Jesuana Arias, payamédica. La asociación civil trabaja de forma colaborativa con CILSA desde hace más de 10 años y en esta ocasión se sumó al entretenimiento desde otro lugar.

El músico Mariano Marini invitó a las familias a disfrutar de shows a través de Zoom. Las canciones infantiles
fueron el eje de sus presentaciones cada sábado. “Nunca había hecho algo similar. Lo pasé muy bien y recibí muy buena onda por parte de los niños y de sus seres queridos”, dijo el cantante de Los Gregorios Rock.

Consultada sobre la experiencia de ayudar desde lo virtual, Carla Giudice sostuvo: “Fue todo un desafío que me gustó mucho hacer. Tuve que reescribir y repensar cada situación adaptándolas a la nueva modalidad”. En esta oportunidad, la artista y docente realizó una clase de mimo y un espectáculo de clown y títeres. Desde 2010 acompaña las acciones de CILSA como voluntaria particular y a través de Fundación Feel.

Para el mago Javier Abrahán, de la Red de Magos Solidarios, “la experiencia fue muy linda, los chicos comentaban desde Facebook, el show los divirtió”. El artista, que suele colaborar en los eventos de entregas gratuitas de elementos ortopédicos de la ONG en CABA, desafió la imaginación de los niños y niñas de Lomas de Zamora, José León Suárez, Almirante Brown, Monte Chingolo, San Isidro, Morón, Ringuelet y Autódromo.

Agustín Romero es vendedor de Nike Factory Store en Lomas de Zamora y pertenece a un grupo de voluntarios que participa activamente de las propuestas de CILSA. Para él, ayudar a distancia resultó enriquecedor: “Estoy muy contento por seguir llegando a los chicos con mi equipo. Un aspecto a destacar es el agradecimiento que nos brindan. Ahí es cuando nos damos cuenta de que lo que hacemos tiene sus frutos”. Respecto a las acciones junto a CILSA, agregó: “En este tiempo pudimos realizar varios aportes, por ejemplo, donaciones de materiales deportivos, entregas de alimentos no perecederos y juguetes. Actualmente estamos preparando unos regalos con motivo del día de la primavera. Y esto no queda acá, falta mucho por hacer y ayudar.”