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Programa Nacional

Voluntariado

Buenos Aires

17 de julio de 2014

“Un día por ellos” en Villa Albertina

En julio, voluntarios de Fundación Telefónica visitaron el hogar de CILSA ubicado en Lomas de Zamora para realizar tareas de refacción y pintura.

 

Las actividades de la Fundación surgen en el marco del Programa de Voluntariado Corporativo “Voluntarios Telefónica”, a través de las cuales se realizan diferentes proyectos durante el año con el objetivo de que los empleados se involucren en acciones que mejoren la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad social.

En este sentido, bajo el Programa “Un día por ellos”, 30 voluntarios de Fundación Telefónica concurrieron el pasado 7 de julio al hogar de día Villa Albertina de CILSA ubicado en el partido de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. El propósito de la visita fue la pintura de paredes y reparación de artefactos del centro de educación no formal de la ONG perteneciente al Programa “Un niño, un futuro” junto con el equipo docente que lo integra.

Consultada por CILSA y la Gente, Mariela Canessa, del mencionado programa, afirma que “se eligió el hogar de Albertina porque nos pereció un lugar donde la intervención de voluntarios podía mejorar significativamente el espacio, brindándole comodidad y bienestar al trabajo que realiza  en forma cotidiana el equipo educativo para los niños”.

El Programa “Un día por ellos” es un programa donde empleados del Grupo Telefónica, coordinados con Capital Humano, implementan un proyecto social en una organización propuesta por la Fundación. La idea del proyecto es que a través de esta actividad social, las áreas involucradas aborden ciertas competencias como el liderazgo, la integración y el trabajo en equipo. Las actividades se realizan en una jornada de muy intensiva de la cual participan desde 20 hasta 120 voluntarios, según el tamaño del área y la complejidad de las tareas a cumplimentar.

En Lomas de Zamora la jornada comenzó con un sabroso desayuno y una charla en la cual se explicó a los voluntarios el funcionamiento y la organización del hogar. A continuación, se dividieron las tareas de pintura interna y externa, se realizaron arreglos de electricidad, pintura de mobiliario infantil, reparación de ventanas y mosquiteros. “Pintamos completamente el hogar incluyendo las rejas de las ventanas, las sillas y las mesas. También se cambiaron los mosquiteros, se armaron muebles y cajas y se realizaron arreglos eléctricos. Un voluntario tuvo la iniciativa de convocar a su equipo de trabajo para hacer una segunda visita al hogar la semana siguiente y poder hacer más arreglos eléctricos, pintura de alambrado y pintura de un dibujo y nombre del hogar en la pared externa. Y así fue: el 7 de julio participaron 25 personas dedicando seis horas de su tiempo y el día 17 concurrió un equipo más chico formado por ocho personas que se quedaron alrededor de ocho horas realizando estas mejoras”, agregó Canessa.

En cuanto a las respuestas de los niños, durante la primera visita en la que se pintó todo el hogar no asistieron porque no hubiesen podido tener su actividad normal; “aunque en la segunda oportunidad había alguno de ellos y se mostraron muy contentos al ver cómo cambiaba el centro educativo y recreativo que los recibe todos los días. Creemos que las mejoras van a facilitar un mejor desempeño, más seguro y bonito”.

Fue un extenso día de trabajo sin descanso. Ya pasado el mediodía, los voluntarios almorzaron junto a los docentes y coordinadores para renovar fuerzas y continuar con la tarea que finalizó en horas de la tarde. “La voluntad es la fuerza más poderosa que los seres humanos tenemos, y ver a tantas personas trabajando juntas en pos de una mejora para los niños fue conmovedor, nos brinda la esperanza de que cada vez más corazones se comprometan a mejorar entre todas la calidad de vida de quienes más lo necesitan”, culminó la responsable del Programa de Voluntariado de Telefónica.

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