Llegó el día tan esperado por los distintos sectores que incluye este programa. Docentes, niños, personal de la panadería ChiquiPan, familiares… el 24 de noviembre se cumplió una década desde que el presente Hogar, en las instalaciones de este Complejo, comenzaba a funcionar, para luego dar creación a seis centros de educación no formales más, ubicados en los barrios Alto Verde, Nueva Pompeya y Guadalupe Noroeste.

En este contexto, durante la mencionada fecha, se realizó un evento especial, el cual tuvo por denominadores comunes la alegría y los recuerdos de quienes han formado y forman parte de este proceso de contención y educación de niños, niñas y jóvenes con necesidades básicas insatisfechas.

Así, con la presencia de familiares de los niños, representantes de distintas organizaciones barriales y personas que fueron importantes en los comienzos del programa, como el primer profesor de educación Física, Mauro Varela; la primera mamá colaboradora, Esther Enríquez; la primera abuela, Edita Martinuzzi y algunos niños que fueron los primeros participantes, la celebración dio comienzo.

 Tras recibir, cada uno de los nombrados, un diploma en reconocimiento a su aporte, los niños leyeron una  poesía creada por ellos mismos, interpretaron el himno de CILSA “Sueña Luz” y presentaron a sus compañeros de la murga vecinal de barrio Los Hornos, para culminar compartiendo un sabroso agasajo, cortesía de la Panadería ChiquiPan.