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Se acercaba el carnaval y en el hogar se comenzaba con los preparativos: guirnaldas, antifaces y binchas decoradas junto con algunos carteles gigantes formaron parte del colorido decorado.

El día llegó y llegaron los niños,  algunos con trajes y disfraces muy divertidos, y se inició el festejo. Desde el juego de la silla hasta el salto del mono, muchos juegos intercalados con mucha música alegre, hicieron recordar la alegría del carnaval. Y sin vergüenzas ni inhibiciones todos cantaron y bailaron.

La jornada cerró con una rica picadita de saladitos y jugo. Los niños volvieron a sus hogares con sus decorados hechos por ellos mismos.

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