Junto al trabajador social y la psicóloga de este lugar, los chicos de entre seis y 12 años compartieron unos días de diversión y conocimiento entre sí. Todo comenzó con la invitación, de parte de los primeros, a participar del tradicional juego de la silla, para luego conversar sobre cuestiones vinculadas al propio cuerpo. Así, los chicos expresaron qué cuidados realizaban de sus dientes, con qué periodicidad se aseaban y cortaban el cabello, y por qué era importante consultar a un médico de cabecera sobre el estado, en general, del cuerpo. Después, hicieron lo mismo pero, en esta oportunidad, contando qué cosas les gustaban del barrio, de la escuela, qué tipo de música solían escuchar, entre otras cuestiones.

Para próximos encuentros, quedan pendientes conversaciones con enfermeros y otros médicos del lugar.