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Es sabido que todos los niños sienten una peculiar ternura por estos muñecos, que más de una vez los acompañan a la cama por las noches o son quienes escuchan tristezas y alegrías.
La confección de ellos posibilita que con sólo unos pocos materiales reciclados y mucha imaginación cada niño puede tener en sus brazos un tierno juguete.
En el transcurso del taller, el animal elegido para realizar fue el gusano, por ser accesible, incluso para los más pequeños. Con medias, vellón, botones, lanas y témperas, cada niño dio vida a un gusanito que luego llevaron a su casa para jugar o regalar a los más pequeños de sus familias.

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