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Para disfrutar de un día de mucho calor, hubo una fiesta de agua, con mucha música y color. Los niños debían recorrer diferentes circuitos ubicados en el patio del hogar. Uno de ellos consistía en pasar cada integrante del grupo por vallas de sogas con vasos de agua, los cuales debían ser depositados en un balde.

Otro juego fue en pareja y debían trasladarse con un globo en el pecho sin que se reviente hasta llegar a la meta. Luego debían pasar agua de colores sin derramar de una botella a otra. El grupo que lograba tener más líquido era el ganador.

Por último disfrutaron de un baile bajo el agua, los niños terminaron todos mojados, y contentos de pasar una jornada de música y diversión.

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