En esta actividad, se decidió renovar la indumentaria que se utiliza para cocinar, ya que es algo que a los chicos del hogar les causa placer. En esta ocasión, se utilizó anilina para cambiar el color blanco característico de los mismos.
Antes de teñirlos, cada niño eligió un diseño particular, atando fragmentos del gorro con hilo. A continuación fueron sumergidos en un balde con agua y anilina, listo para teñir. Una vez secos, se retiró el hilo que daba la particularidad a cada gorro, provocando unos hermosos detalles.

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