Octubre comenzó con una sorpresa: la llegada de un nuevo espacio al hogar, la biblioteca. Por medio de la Fundación Acindar y la presentación del proyecto “Puentes que se leen”, se recibieron los elementos necesarios para la conformación de una biblioteca popular en el hogar.
Con muchos libros acorde a las necesidades e intereses de los niños, una computadora, sillones y elementos de comodidad para el espacio, se comenzó a explorar. Los niños, contentos y entusiasmados con el espacio, ya piensan en un nombre para la misma y así poder abrirla a la comunidad del barrio en un corto plazo.
Con estos nuevos elementos, la propuesta es redescubrir el mundo de la lectura y resignificarlo alrededor de las particularidades de cada uno de los niños.

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