Por primera vez, las comunicadoras institucionales educativas de la O.N.G. llegaron al establecimiento ubicado en el barrio Almirante Brown para proponerles a los jóvenes realizar una actividad en conjunto.
En este marco se gestó una charla de las charlas habituales, conocidas como de concientización, y una experiencia destinada a comprender lo que sienten las personas en sillas de ruedas, ciegas y/o disminuidas visuales al momento de desarrollar sus actividades cotidianas. Sobre la última, cabe destacar, se trabajó en forma práctica sobre las barreras arquitectónicas (que se habían comentado en el transcurso de la charla) presentes en la ciudad, las cuales muchas veces impiden el normal desplazamiento de este colectivo social y comprender una de las tantas formas de discriminación y marginación social.
El detalle distintivo de los talleres vivenciales fue la participación de Brian Arévalo, quien además de formar parte del curso que desarrolló estas acciones recibió una silla de ruedas de CILSA meses atrás.