Luego de una serie de encuentros previos entre la coordinación del Programa Nacional de Concientización de CILSA y el equipo del “Programa de Educación para el Trabajo y la Inclusión Social” (PrETIS) del Instituto Nacional de Educación Técnica (INET), se pudo diseñar y luego realizar un taller de concientización para jóvenes estudiantes que formaron parte del “Encuentro Tecnologías para la Discapacidad y Educación Inclusiva en la Educación Técnico Profesional”, que se realizó en CABA, los días 27 y 28 de noviembre.
Una de las líneas de trabajo del PrETIS es el “Programa Productivo Tecnológico y Social de Construcción de Ayudas Técnicas para y con personas con discapacidad”. La misma es realizada en conjunto con el INTI, CONADIS e INADI. En el marco de este encuentro realizamos un taller con 40 estudiantes participantes, venidos de distintas provincias de la Argentina. Una particularidad de este grupo de estudiantes era que habían participado del proyecto de construcción de ayudas técnicas (sillas de ruedas, sillas posturales, etc.) en el ámbito de los talleres que realizan durante su formación técnica. Otra particularidad fue que algunos de ellos eran jóvenes con discapacidad que estaban siendo parte de proyectos de inclusión educativa.
Saber que en el taller participarían estudiantes con diversos tipos de discapacidad fue un desafío interesante. En primer lugar porque ya no se trataba de un taller de “concientización” sino que se haría foco en el intercambio de sus experiencias y, en segundo lugar, que ponerse en una situación similar a la de sus docentes que tienen que diseñar sus actividades para todos y cada uno de sus alumnos/as.
El objetivo fue poner en acto una propuesta lúdico- reflexiva que tuviera la pretensión de ser pensada “para todos”, la cual acercara a lo que la Convención Internacional sobre los Derechos de la Personas con Discapacidad (CDPD) denomina como “diseño universal” . A través de distintos juegos y actividades buscamos facilitar el intercambio de aquellas experiencias que los/as estudiantes habían tenido en el marco de los procesos de inclusión y del proyecto de construcción de ayudas técnicas, creando un espacio de reflexión acerca de la diversidad.
El grupo fue dividido en dos para realizar, por un lado, un taller de “adaptación de juegos” y, por otro lado, un taller de “Braille”. El taller de adaptación consistió en tomar como base un juego de educación física que fuera accesible a la mayor cantidad de tipos de discapacidades diferentes. El juego seleccionado en esta ocasión fue el quemado. A medida que los alumnos se posicionaban en una cancha improvisada para la ocasión se iban compartiendo diversos elementos relacionados con un tipo de discapacidad específica: una silla de ruedas, un bastón blanco y un tapa ojos, etc. A partir de estos elementos entregados los/as alumnos/as presentes debatían sobre qué tipo de modificaciones requeriría el juego para lograr su accesibilidad.
La actividad finalizó con la puesta en común sobre los puntos que se deben considerar a la hora de adaptar juegos de educación física, y cómo estos puntos son posibles de exportar a casi cualquier otro juego que se nos pueda ocurrir, ampliando el abanico de actividades posibles que en general no se suele tener en cuenta. También conocieron otras propuestas como un tablero de ajedrez adaptado para personas ciegas, confeccionado por un grupo de estudiantes del colegio Otto Krause, CABA, en un proyecto de CILSA.
Por otro lado, los estudiantes participaron en el taller sobre braille y discapacidad visual. Al comienzo se les entregó una frase en braille y el alfabeto impreso para que, de a parejas, descubrieran qué decía la frase y de este modo experimentaran la lectura en braille. Una vez resuelto “el enigma” se intercambiaron sensaciones y preguntas en relación a la discapacidad visual y al sistema braille. Estaba en el taller Enrique, persona ciega que trabaja en CILSA y es parte del equipo de concientización. En esta oportunidad, Enrique fue contestando las dudas que surgían de los/as estudiantes y compartiendo con los jóvenes su historia de vida. Había entre los participantes jóvenes con disminución visual que compartieron su experiencia y comentaban sobre las distintas ayudas técnicas que utilizaban para poder estudiar y también sobre nuevos desarrollos.
El taller finalizó una conclusión sobre la importancia de las adaptaciones para garantizar el acceso igualitario y el trabajo en conjunto con la persona con discapacidad en cada adaptación. Se hizo énfasis en el desafío que implica comenzar a pensar todas las actividades que se desarrollan desde el diseño universal, lo que implica la inclusión plena de todas las personas, en particular, de las personas con discapacidad en todos los ámbitos.
Esta misma reflexión fue compartida en la actividad de cierre con todos los participantes, un total de 150 personas entre estudiantes, docentes participantes de escuelas técnicas y de escuelas especiales y también con las autoridades de las instituciones que forman parte de este proyecto, los cuales confiaron en CILSA para este trabajo con los jóvenes participantes.
Nota: “Por «diseño universal» se entenderá el diseño de productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado. El «diseño universal» no excluirá las ayudas técnicas para grupos particulares de personas con discapacidad, cuando se necesiten”. Artículo 2 de la CDPD.

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