Se realiza un trabajo entre los programas sociales de Recreación y Deportes, Concientización y las áreas de Formación Continua y de Voluntariado para abordar las necesidades que pudieran surgir desde los integrantes de las Escuelas de Iniciación Deportivas sobre sillas de ruedas. 

A inicios de este año se planteó un trabajo conjunto entre los distintos programas sociales, tanto de Recreación y Deportes como de Concientización y las áreas de Formación Continua y de Voluntariado para abordar de forma articulada las necesidades que pudieran surgir desde los integrantes de las Escuelas de Iniciación Deportivas sobre sillas de ruedas que funcionan en tres puntos de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Estas tres escuelas tienen sede en el Club Náutico Hacoaj (Villa Crespo), el Polideportivo de Villa 20 (Lugano) y el Polideportivo Gorki Grana (Morón). Entre las tres escuelas estamos hablando de aproximadamente 45 niños y adolescentes.

En este sentido, se planteó una propuesta de articulación para compartir con ellos, niños, niñas, adolescentes, padres y madres, lo que CILSA tiene para ofrecerles desde la diversidad de sus programas y también para poder aprender de sus vivencias y de la mirada cotidiana sobre la discapacidad y la inclusión social que cada uno de ellos nos aporta.

Se pudieron realizar dos encuentros con los padres que acompañan a sus hijos e hijas al Club Hacoaj; estos encuentros comenzaron desde la informalidad, conociéndonos, conversando. Así, desde la conversación informal se pudo abordar cuál es el trabajo de concientización que se desarrolla en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires y ofrecerlo para las escuelas donde sus hijos e hijas llevan adelante su escolarización y también dan lugar a un proceso de escuela inclusiva, aunque en la mayoría de los casos lo llaman “integración”.

Se indagó sobre sus intereses y se está a la espera para que lo conversen con los chicos para conocer si estos están de acuerdo en que CILSA se aceerque a cada colegio (y si quieren participar o no en el taller, como testimonios y aportando su experiencia).

El encuentro se desarrolló en un clima de intercambio y reflexión grupal. Se produjo una presentación general y pudimos indagar acerca de las vivencias de los chicos en relación a la escuela deportiva y otras actividades, el modo de acercarse a la institución y las dificultades cotidianas con las que se encuentran, tanto sus hijos como ellos mismos. Surgieron preguntas y comentarios en relación a cuestiones legales y de derechos, así como también hablaron de un espacio para ellos, algo así como un espacio donde “cuidar a los que cuidan”.

También conversamos sobre los mitos y prejuicios en torno a la concepción de discapacidad, y sobre las barreras que se presentan ante el ejercicio del derecho a participar en igualdad de oportunidades. A lo largo del encuentro comentamos cómo desde CILSA entendemos las necesidades y dificultades que los beneficiarios nos presentan  y el modo en que desarrollamos acciones para poder abordarlas.

Teniendo en cuenta esto, los papás plantearon el valor que le dan a los espacios donde pueden intercambiar y discutir experiencias y la necesidad de que se continúe trabajando la concientización en las escuelas, tanto con chicos como docentes, para generar un verdadero cambio hacia la inclusión.
Algo similar sucedió con el grupo de padres en la Escuelita de Morón, allí también comentamos sobre los diferentes programas sociales y la posibilidad de trabajar desde el Programa de Concientización en las escuelas donde concurren sus hijos. Una nota particular fue el interés por otro de los programas, el de Becas y Oportunidades. La conversación derivó en el interés de conversar con actuales becarios, dado el interés de alguno de los adolescentes que ya están por iniciar un estudio terciario y están particularmente interesados en el profesorado y/o licenciatura en Educación Física.

Así fue como se preparó el segundo encuentro para el mes de julio, invitando a dos estudiantes con discapacidad que participan del Programa Nacional de Becas. El objetivo de este encuentro fue que el testimonio de los becarios, Claudia y Hernán, abriera un espacio para pensar juntos cómo acompañar a sus hijos en el proceso de elección vocacional, tema que preocupa e interesa a varios padres.

Claudia estudia un Profesorado en Informática a distancia en CONSUDEC y Hernán estudia el Profesorado en Educación Física en el Instituto Superior de Educación Física Nro 1 «Dr. Enrique Romero Brest”, ambos becarios tienen una discapacidad motriz, por eso sus testimonios tuvieron un valor particular, dada la empatía que generaron con las familias y los adolescentes interesados.

Ellos compartieron  momentos significativos de sus historias, de cómo fueron visualizando su futuro y de las decisiones que fueron tomando para alcanzar sus metas. Creemos que el encuentro fue muy positivo y dejó la inquietud en los/as participantes, además de crear lazos entre los becarios y las participantes de la Escuelita.

Para la ONG es una manifestación más de lo valioso que es articular entre programas y hacer circular la información y el conocimiento.